Era un método en que hacían un pequeño ataúd de madera con la forma de tus piernas de forma que no las pudieras mover de ninguna manera.
Te ataban a una mesa para estar totalmente inmovilizado y comenzaban a darle martillazos a el ataúd que te hicieran en los pies.
Las piernas se rompían por todos los lados y se desacian de tanto machacarlas.
Otra manera era un molde que se te ponía pero esta vez no le daban martillazos al molde sino a unas cuñas que pian en el molde y clavandolas en tus piernas y rompiendo todos tu huesos.
Cuando sacaban el molde lo que antes eran piernas ahora serian un revuelto de huesos y carne.