La historia del toro no puede ser descartada como pura invención. Píndaro, quien vivió menos de un siglo más tarde, asoció expresamente a este instrumento de tortura con el nombre del tirano. Ciertamente existió un toro de Falaris en
Agrigento que fue trasladado a Cartago por los mismos
cartagineses cuando volvió a ser tomada por Publio Cornelio Escipión el Africano, también conocido como Escipión el Mayor, y devuelto a Agrigento . Sin embargo, es más probable que fuese Publio Cornelio Escipión Emiliano, alias Escipión el Menor, quien regresó este toro y otras obras de arte robadas a sus ciudades sicilianas originarias después de la destrucción total de Cartago que puso fin a la Tercera Guerra Púnica.
El tormento de Falaris es mencionado sin aportar detalles por Aristóteles al hablar de acciones depravadas.
¿COMO ERA?
-Era una figura de bronce de gran tamaño en la que tenia que coger una persona dentro y por fuera tenia la forma de un toro.
-El toro tenía una entrada que sólo podía abrirse desde afuera, unos orificios en la nariz y otros en los ojos de la imagen, dentro se colocaba a la víctima y debajo del toro se hacía una inmensa fogata que quemaba viva a la víctima