![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfyI6qqN83Sp51TT2Q9yhsdZIEHpz4luzdWU7cEXiD4grbAznSL502NU_RxZMDmkp2pZf31mBxjTkLQ3r3YVBQwbnlEFbGat3jfeS2K4Si7sM7ysvpg2lvE_UlQ5UsqS7hayk_f9wDXzSV/s1600/caca.jpg)
Un sarcófago con un interior lleno de pinchos estrategicamente colocados para no causar la muerte del prisionero, las afiladas puntas se clavaban en partes blandas y puntos no vitales para que el sufrimiento fuera el máximo posible. El ejecutado sufrió terribles dolores durante dos días y eran continuos sus lloros y gritos de dolor durante ese tiempo. Las perforaciones que sufrió iban desde brazos y piernas en varios puntos hasta otros más delicados como el abdomen, hombros y el más espeluznante de todos, los ojos.
¿COMO ERA?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj57EUgIwut8hxYu1-6slyaCtcshdiUL21RllC9iI2twvptuNwYPvtCj0nTEH9vYUFlrZwoHz7JFRHxaMnAMff41r4VlnMO5vH6fpG_gXP930VRzoZ6Z3myprhN3bi3taN8uf9mgCP7cHhx/s1600/porca.png)